Historia escrita a dos manos
Este post lo escribió una amiga virtual como regalo personal. Me autoriza a publicarlo y ampliar su versión en lo que considere oportuno.
LA CIBERAVENTURA
Nos conocimos a través de una amiga, él no lo supo ni se lo conté, deje que creyese que había sido la casualidad. Mi amiga me hacia un favor según ella, él le había enseñado su polla y se quedo sorprendida con el tamaño. Lo que no sabía eran las consecuencias del juego.
En principio me negué; “no me gustan esos juegos” le comenté, pero la imagen de esa polla grande rondaba mi cabeza desde que ella me lo contó. Así que acabe cediendo al juego.
Entró, hablaba rápido y era directo, en solo 5 minutos su polla estaba ante mi vista, ¡Dios¡, era tan impresionante como me había dicho mi amiga y no solo eso, él parecía saber de mí más que yo misma, más de lo que yo me solía confesar.
“A ti te gusta cabalgar, montar a un hombre”, me dijo y yo fingí que no me sorprendía para no dejar ver cuanto morbo me causaba que sólo con verme pensase eso de mí.
“ Tienes cara de modosita pero en realidad eres un hombre follando, a ti te gusta dar, comer y dejarlos en la cama, hechos polvo”. Mis risas iban en aumento así como el morbo y la excitación, saber todo eso, saber que él lo sabía y que me miraba fijamente a través de la cam, mientras sus palabras sonaban en mis oídos a través del teléfono.
No se cómo lo hizo y por qué no me resistí más, pero en sólo diez minutos habíamos quedado en un hotel y yo me moría de ganas por sentir todo lo que prometía hacerme nada más entrar.
Las promesas se cumplieron. Mis piernas temblaban camino del hotel y mil veces di la vuelta mentalmente, pero las ganas me podían, “¿cuánto llevas sin que te follen bien?”, esa frase de él daba vueltas en mi cabeza,¡¡Dios¡¡ que me follen bien.
Me había dado el número de la habitación, recorrí el pasillo despacio sintiendo la excitación junto con las palabras de miedo de mi cabeza, pero el deseo de sexo ganó.
La puerta estaba abierta, casi me moría al entrar. Allí estaba, esperándome, con ese mirar de seguridad y esa cara de morbo. Su polla toda erecta apuntando a través del pantalón. No cruzamos palabra, se acerco y tapo mi boca con un beso largo y húmedo, con su lengua que se movía en mi boca no dejándome casi respirar, apretando su cara contra la mía. Mi respiración se agito tanto en tan poco que por un momento pensé, “me ahogo”. Mientras sus manos no pararon ni un segundo; tocaron mis pechos y pellizcaban mis pezones fuerte casi haciéndome daño justo en ese punto entre el dolor y placer, mi sexo estaba totalmente húmedo y los fluidos mojaban ya mis bragas, esto era tal como lo describió para mí, así, justo.
Mis manos, que no sabia donde colocar, bajaron a su polla ya dura y baje su pantalón. Entonces soltó mi boca y rápidamente bajé hasta ella, chupándola con ganas…. toda aquella polla era mía y el miraba con cara de satisfacción como se la comía allí mismo de pie
Mis manos bajaban y subían por su polla, sus testículos, apretándolos mientras en mi boca no paraba de entrar y salir de aquella polla demasiado grande para ella. Poco a poco el fue dejándose llevar por las sensaciones y sus ojos comenzaron a cerrarse de placer y sus gemidos acompañaban los embistes de mi boca; su polla vibraba, ya era mía, con un largo gemido se corrió mirándome fijamente no quería perderse mi cara, lamiendo su leche, toda, con placer.
Me sentía satisfecha de haber comido esa hermosa polla y no sabia si necesitaría tiempo para recuperarse, pero lo supe enseguida. Me cogió por las caderas situándose detrás de mi, me llevó hasta la cama y empezó a desnudarme lentamente, lamiendo mis tobillos, mis muslos, subiendo hasta mi coño y para entones yo ya gemía de placer. Su polla casi volvía a estar dura de nuevo y en un solo giro lo situé debajo de mí. Bajé lentamente entre sus piernas y él se dejó hacer riendo mientras decía “¿me vas a follar, como a ti te gusta, me vas a cabalgar?”. Mi cara debió ser la explicación a esa pregunta porque él se dejó hacer; subí lentamente por sus piernas, lamiendo sus muslos por la parte interior, despacio hacia su polla, evitando tocarla, solo alrededor aumentando así la excitación ,lamí su pecho, su cuello y un mordisco se escapo sin querer, el no dijo nada, se dejó, mi mano agarro esa polla, y sólo por un instante pensé si aquello entraría en mí .Deslicé mi cuerpo hasta la altura de la polla y mi mano la guió hasta la entrada… y entró despacio. Los fluidos hacían suave la entrada; dejé que entrase suavemente para levantar mi cuerpo y meterla a fondo de un solo golpe; él miraba mi cara mientras yo cerraba los ojos de placer al sentir todo aquello dentro de mí. Encajaba a la perfección, era una polla a mi medida. Sí, me sentía llena y me apetecía cabalgar lentamente haciendo que entrase y saliese suavemente en mí; hay un instante, cuando esta a punto de salir, en que el placer es máximo una corriente que sube hasta la nuca y yo quise sentirlo, una y otra vez.
Con mis movimientos él sonreía, era feliz, todo aquello era lo que dijo que ocurriría y sonreía de verme, mirándome y sintiendo como cada vez el movimiento se hacia más rápido, haciendo que su polla al entra rozase mi clítoris, sintiendo el coño caliente cada vez más y más hasta no poder parar.
Mis manos se agarraban a su pecho y mis movimientos cada vez mas rápidos se convirtieron en frenéticos; sentía que iba a llegar y mire su cara. Había un a mezcla de placer y morbo y eso me excitó mucho más. Allí estaba yo follándome a un tío que conocí en un Chat, y sin más, ¡ahhh ¡ el orgasmo llegó con esa idea, y su cara, su sonrisa me hizo seguir cabalgándolo, unos movimientos más y el cerraba los ojos y gritaba conmigo.
…………………
Yo proseguiría la historia de ella así:
…..Después de recuperarnos, tumbados uno al lado del otro, él, incorporándose, comenzó a jugar con mi sexo. Sus expertos dedos excitaron mi sensibilizado clítoris. Pronto su lengua lo frotaba una y otra vez y sus labios lo manipulaban a la perfección, su lengua recorrió los labios y penetro mi vagina poniendo de nuevo mi coño húmedo y abierto. Observé como su polla crecía de nuevo adquiriendo esa dimensión tremenda. La agarré y chupé de nuevo pero sin ganas de que se corriese. Quería que me penetrase, sentirme follada por él. Como si adivinase mis pensamientos me volteó y levantando mi culo hacia arriba separó mis muslos y sentí como su enorme polla entraba de un tirón en mi vagina. Con sus manos agarrando mi trasero me folló como a una perra y sus testículos golpeaban mi clítoris una y otra vez. Creí volverme loca de gusto….era un orgasmo detrás de otro y él seguía con sus penetraciones aceleradas y su polla dura dentro de mí. Deseaba que no terminara nunca…. Me gustaba ser follada así. Duró mucho tiempo y sentí como eyaculaba dentro de mi coño….sentí el chorro de semen salir disparado en mi interior pero su erección se mantenía…”¡¡sigue…sigue!! le dije…..no paraba. Con mis contracciones mantuve su erección y volvió a correrse. Esta vez la eyaculación fue menor pero sentí de nuevo el semen dentro de mi vagina. Sus gritos de placer me hacían enloquecer. Me tumbé con su polla dentro, sin dejarla salir contrayendo la vagina y cerrando los muslos. Tenía pillados sus testículos duros y la sensación de su polla dura me seguía provocando pequeños y continuos orgasmos. Poco a poco de fue desinflando hasta quedar totalmente floja.
Se tumbó boca arriba agotado. Me senté a su lado y contemplé aquella polla exhausta y totalmente fláccida. Jugué con ella entre mis manos y pase mi lengua por el glande notando como vibraba por la sensibilidad….se fue poniendo dura poco a poco y me invitaba a masturbarle…”¿Te gusta que te hagan una paja?” pregunté …..asintió con la cabeza. Mis dedos fueron frotando el miembro despacio y se puso cada vez más dura. Agarrando sus testículos y acariciándolos seguí frotando su polla……vi como sus gestos de placer eran cada vez más intensos, pero quería comprobar como eyaculaba. De pronto la erección fue máxima y sus testículos se pusieron duros…… un grito de placer provocado por el orgasmo y lo sensible de su polla después de tanto eyacular…. Gemidos y un chorro menos intenso de semen que me salpicó la cara. Seguí frotando con menos intensidad y salió el resto de semen…… su polla seguía erecta hasta que poco a poco se puso fláccida de nuevo.
Así terminó aquella aventura. No sé si repetiré con él …pero de lo que estoy segura es de haber sido bien follada y de haberme follado a un tío con una enorme polla…..
Hacía tiempo que no me follaban así… a tope y sin regatearme ningún orgasmo.
Cuando se lo cuente a mi amiga seguro que alucinará…no querrá perder detalle del relato.
Ahora expongo la versión de él, un tipo con la autoestima demasiado elevada y que tiene una polla por cerebro (de esos hay unos cuantos). Esta vez la autoría es mía….. y espero que guste a mi amiga virtual.
Sabía que acudiría a la cita. Todavía me cuesta creer en la casualidad de nuestro encuentro en el Messenger, pero sus ojos no daban crédito a lo que observó en la webcam: mi polla fláccida creciendo paulatinamente y sin parar. Provoqué sus instintos y deseos, incité sus ganas de comerse la polla entera…toda para ella. De vez en cuando hay tías que no se resisten y desean verla al natural, tocarla y manipular entre sus manos mi enorme miembro. Nos citamos en un hotel. Llegué primero a la habitación y me desnudé. Quería jugar con el factor sorpresa, mostrar toda mi excitación y dejar que actuase pos instinto animal…ese que las mujeres manejan mejor que nosotros cuando quieren sexo furtivo y clandestino. Dejé la puerta abierta. Sentí pasos en el pasillo acercándose. De pronto silencio…la puerta se abrió del todo, dejando ver la imagen de una mujer joven, de unos treinta y copos años… el rostro idéntico al que recordaba haber visto en la webcam. Miró mi cuerpo y sus ojos bajaron hasta mi polla erecta. Sonrió y sus ojos me miraron directamente. Entró en la habitación cerrando la puerta tras de sí. Me acerqué sin dejarle decir nada y besé su boca intensamente. Soltó el bolso y sus manos no sabían como abrazarme, qué hacer…estaba desconcertada por mi reacción. Apenas podía respirar mientras comía su boca y metía mi lengua dentro, jugando con la suya. Disfruté viendo como se excitaba. Pensé que hacia tiempo no disfrutaba de un beso así, se notaba por su cara de sorpresa. Me gusta poner a las tías en situaciones límite, que broten sus instintos más animales, esos que reprimen en sus casas con sus santos esposos. Necesitan tíos como yo, liberados y sin conciencia del pecado, que les facilite el placer que buscan y no encuentran en sus aburridos matrimonios. Me joden los imbéciles que insultan por la red llamándome vicioso y cerdo mostrador de mi propia polla. Ella es capaz de hacer gozar a todas aquellas tías que, salidas y reprimidas, no se atreven a comerse las pequeñeces de pichas insulsas de sus maridos y novios impotentes….esos que se corren antes de follárselas como debe ser. Todas las que he conocido les entusiasma sentirse folladas una y otra vez, corriéndose repetidamente y quedar agotadas. Eso se consigue con pollas en condiciones…como la mía. Recuerdo aquella vecina que se pasaba las horas viéndome trajinar por la casa totalmente desnudo. Desde su ventana divisaba mi baño y parte del salón. Un día bajo con la excusa de que una prenda de vestir cayó sobre mi tendedero. Al abrir la puerta y ver mi estado de desnudez ni se inmutó. Le invité a pasar para entregarle la prenda reclamada y en plena conversación mi polla se puso tiesa. La vecina, una mujer de unos 50 y tantos años me dijo…”de buena gana me comería esa polla”…. y se la comió, tragándose todo el semen eyaculado mientras se masturbaba con una de sus manos. Su marido era impotente, según me contó y deseaba una experiencia sin compromiso; ser follada sin que su marido supiese ni sospechase nada en absoluto. Dos días después le indiqué por la ventana que bajase de nuevo. La desnudé, se dio una buena ducha y adoptando la postura de los perros me la follé repetidamente. No era atractiva y sus pechos colgaban flojos después de cuatro partos, pero su culo me excitaba. Duro y hermoso invitaba a tomarla por detrás. La buena mujer disfrutó como una enana. Así estuvimos durante tres meses, aunque más veces se comía mi polla y sólo de vez en cuando la follé en la misma postura. Se mudaron de casa y decidimos dejar aquellos encuentros furtivos. No cuesta tanto hacer feliz a una mujer. Me gusta. Retomando la historia, se arrodilló y agarrándola la metió en su boca despacio, como saboreando el volumen, el tamaño….la chupó con ansia y agarró mis testículos chupándolos. Mi placer era enorme…esa tía sabía hacer las cosas. Chupó y lamió hasta que me corrí a tope y el semen mojaba sus labios y su cara. No le hizo asco a nada y no dejaba de mirarme, observando mi expresión de placer. La desnudé acariciando sus formas. Era atractiva y me gustaban sus pechos que mordí, sus pezones duros, sus ojos penetrantes, sus muslos, su culo, su coño cuyo vello excitaba. Me tumbó sobre la cama comprobando como mi polla se recuperaba. Acarició y beso mi cuerpo, mordió mi pecho y me montó restregando sus piernas entre mi sexo y mis muslos. Una vez que la polla estuvo a su antojo la apuntó hacia su vagina la introdujo de golpe. Sentí su calor interior….una vagina hospitalaria que aguantó toda la longitud de la polla dura. Cabalgó como una posesa corriéndose y gritando sin parar. Estuve a punto de reventar…. Intentaba aguantar para corrernos juntos, sabía como se correría. Agarré sus pechos duros y hermosos; eso le producía más excitación. Fueron unos orgasmos salvajes. Quedamos semi agotados, tumbados juntos en la cama. Me gustó ser cabalgado por una hembra así, una mujer cachonda, de las que me gustan, de las que saben follar y tomar lo que quieren. Deseaba reponerme enseguida, excitarme otra vez con su cuerpo. Acaricié su sexo y con la lengua jugué con su clítoris que enseguida se endureció…. Sus labios estaban húmedos y mi lengua penetró en su vagina. Sentí como se retorcía de gusto. Ella jugaba con mi polla entre sus labios. Volteé su cuerpo, levanté su hermoso culo y con mi polla recuperada penetré su vagina con fuerza. Ella gritó de placer y la follé sin parar. Sentía sus orgasmos pidiendo que no parase. Me corrí intensamente mientras ella sujetaba mi polla y con sus contracciones evitaba que perdiese erección. Era demasiado fuerte….volví a correrme….esa mujer parecía incansable. Tumbada y sin dejarme sacar la polla de su sexo, con mis testículos pillados, noté como tenía pequeños orgasmos. Perdí la fuerza y la polla se aflojó del todo. Pensé que se daría por satisfecha….pero no. Todavía tuvo ganas de hacerme una paja…. Y lo consiguió. Con su boca y sus manos puso mi dolorida y sensibilizada polla nuevamente dura….lo suficiente para que, con sus expertas manos, lograse ver como una última eyaculación salía y salpicaba un poco su cara. Mi polla estaba dolorida a tope…. Demasiado trote con una sola tía. Pero quedó satisfecha y bien follada. No sé mucho de ella….no sé nada, pero me gustaría volver a follar con ella. Sabe valorar una buena polla y es una experta en comerse y disfrutar de un plátano en condiciones. Seguiré investigando por la red. Creo que hay muchas tías capaces de valorar una polla como la mía.