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fantasias para adultos

FANTASIAS ANIMADAS

Historia escrita a dos manos

Historia escrita a dos manos

Este post  lo escribió una amiga virtual como regalo personal. Me autoriza a publicarlo y ampliar su versión en lo que considere oportuno. 

LA CIBERAVENTURA

    Nos conocimos a través de una amiga, él no lo supo ni se lo conté, deje que creyese que había sido la casualidad. Mi amiga me hacia un favor según ella, él le había enseñado su polla y se quedo sorprendida con el tamaño. Lo que no sabía eran las consecuencias del juego.

     En principio me negué; “no me gustan esos juegos” le comenté, pero la imagen de esa polla grande rondaba mi cabeza desde que ella me lo contó. Así que acabe cediendo al juego.

     Entró, hablaba rápido y era directo, en solo 5 minutos su polla estaba ante  mi vista, ¡Dios¡, era tan impresionante como me había dicho mi amiga y no solo eso, él parecía saber de mí más que yo misma, más de lo que yo me solía  confesar.

   “A ti te gusta cabalgar, montar a un hombre”, me dijo y yo fingí que no me sorprendía  para no dejar ver cuanto morbo me causaba que sólo con verme pensase eso de mí.

   “ Tienes cara de modosita  pero en realidad eres un hombre follando, a ti te gusta dar, comer y  dejarlos en la cama, hechos polvo”. Mis risas iban en aumento así como el morbo  y la excitación, saber todo eso, saber que él lo sabía y que me miraba fijamente a través de la cam, mientras sus palabras sonaban en mis oídos a través del teléfono.

    No se cómo lo hizo y por qué no me resistí más, pero en sólo diez minutos habíamos quedado en un hotel y yo me moría de ganas por sentir todo lo que prometía hacerme nada más entrar.

    Las promesas se cumplieron. Mis piernas temblaban camino del hotel y mil veces di la vuelta mentalmente, pero  las ganas  me podían, “¿cuánto llevas sin que te follen bien?”, esa frase de él daba vueltas en mi cabeza,¡¡Dios¡¡ que me follen bien.

    Me había dado el número de la habitación, recorrí el pasillo despacio  sintiendo la excitación junto con las palabras de miedo de mi cabeza, pero el deseo de sexo ganó.

     La puerta estaba abierta,  casi me moría  al entrar. Allí estaba, esperándome, con ese mirar de seguridad y esa cara de morbo. Su polla toda erecta  apuntando a través del pantalón. No cruzamos palabra, se acerco y tapo mi boca con un beso largo y húmedo, con su lengua  que se movía  en mi boca no dejándome casi respirar, apretando su cara contra la mía. Mi respiración se agito tanto en tan poco que por un momento  pensé, “me ahogo”. Mientras sus manos no pararon ni un segundo; tocaron mis pechos y pellizcaban mis pezones fuerte casi haciéndome daño justo en ese punto entre el dolor y placer, mi sexo estaba totalmente húmedo y los fluidos mojaban ya  mis bragas, esto era tal como lo describió para mí, así, justo.

    Mis manos, que no sabia donde colocar, bajaron a su polla ya dura y baje su pantalón. Entonces soltó mi boca y rápidamente bajé hasta ella, chupándola con  ganas…. toda aquella polla era mía  y el miraba con cara de satisfacción como se la comía allí mismo de pie

    Mis manos  bajaban y subían por su polla,  sus testículos, apretándolos mientras en  mi boca no paraba de entrar y salir de aquella polla demasiado grande para ella.  Poco a poco el fue dejándose  llevar por las sensaciones y sus ojos comenzaron a cerrarse de placer y sus gemidos acompañaban los embistes de mi boca;  su polla vibraba, ya era mía, con un largo gemido se corrió  mirándome  fijamente no quería perderse mi cara, lamiendo su leche, toda, con placer.

   Me sentía satisfecha de haber comido esa hermosa polla y no sabia si necesitaría tiempo para recuperarse, pero lo supe  enseguida. Me cogió por las caderas situándose detrás de mi, me llevó hasta la cama y empezó a desnudarme lentamente, lamiendo mis tobillos, mis muslos, subiendo hasta mi coño y para entones yo ya gemía  de placer. Su polla casi volvía a estar dura de nuevo  y en un solo giro lo situé debajo de mí. Bajé lentamente entre sus piernas y él se dejó hacer riendo mientras decía  “¿me vas a follar, como a ti te gusta, me vas a cabalgar?”.  Mi cara debió ser la explicación a esa pregunta porque él se dejó hacer; subí lentamente por sus piernas, lamiendo sus muslos por la parte interior, despacio hacia su polla, evitando tocarla, solo alrededor aumentando así la excitación ,lamí su pecho, su cuello y un  mordisco se escapo  sin querer,  el no dijo nada, se dejó, mi mano agarro esa polla, y sólo por un instante pensé si aquello entraría en mí .Deslicé mi cuerpo hasta la altura de la polla y mi mano la guió hasta la entrada… y  entró despacio. Los fluidos hacían suave la entrada; dejé que entrase suavemente para levantar mi cuerpo y meterla a fondo de un solo golpe; él miraba mi cara mientras yo cerraba los ojos de placer al sentir todo aquello dentro de mí. Encajaba a la perfección, era una  polla a mi medida. Sí, me sentía llena  y me apetecía cabalgar lentamente haciendo que entrase y saliese suavemente en mí; hay un instante, cuando esta a punto de salir, en que el placer es máximo  una corriente que sube hasta la nuca y yo quise sentirlo, una y otra vez.

    Con  mis movimientos él sonreía, era feliz, todo aquello era lo que dijo que ocurriría y sonreía de verme, mirándome y sintiendo como cada vez el movimiento se hacia más rápido, haciendo que su polla al entra rozase mi clítoris, sintiendo el coño caliente cada vez más y más hasta no poder parar.

     Mis manos se agarraban a su pecho y mis movimientos cada vez mas rápidos se convirtieron en frenéticos; sentía que iba a llegar y mire su cara. Había un a mezcla de placer y morbo  y eso me excitó mucho más. Allí estaba yo follándome a un tío que conocí  en un Chat,  y sin más, ¡ahhh ¡ el  orgasmo llegó con esa idea, y su cara,  su sonrisa me hizo seguir  cabalgándolo, unos movimientos más y el cerraba los ojos y gritaba conmigo.

…………………

 Yo proseguiría la historia de ella así: 

 

…..Después de recuperarnos, tumbados uno al lado del otro, él, incorporándose,  comenzó a jugar con mi sexo. Sus expertos dedos excitaron mi sensibilizado clítoris. Pronto su lengua lo frotaba una y otra vez y sus labios lo manipulaban a la perfección, su lengua recorrió los labios y penetro mi vagina poniendo de nuevo mi coño húmedo y abierto. Observé como su polla crecía de nuevo adquiriendo esa dimensión tremenda. La agarré y chupé de nuevo pero sin ganas de que se corriese. Quería que me penetrase, sentirme follada por él. Como si adivinase mis pensamientos me volteó y levantando mi culo hacia arriba separó mis muslos y sentí como su enorme polla entraba de un tirón en mi vagina. Con sus manos agarrando mi trasero me folló como a una perra y sus testículos golpeaban mi clítoris una y otra vez. Creí volverme loca de gusto….era un orgasmo detrás de otro y él seguía con sus penetraciones aceleradas y su polla dura dentro de mí. Deseaba que no terminara nunca…. Me gustaba ser follada así. Duró mucho tiempo y sentí como eyaculaba dentro de mi coño….sentí el chorro de semen salir disparado en mi interior pero su erección se mantenía…”¡¡sigue…sigue!! le dije…..no paraba. Con mis contracciones mantuve su erección y volvió a correrse. Esta vez la eyaculación fue menor pero sentí de nuevo el semen dentro de mi vagina. Sus gritos de placer me hacían enloquecer. Me tumbé con su polla dentro, sin dejarla salir contrayendo la vagina y cerrando los muslos. Tenía pillados sus testículos duros y la sensación de su polla dura me seguía provocando pequeños y continuos orgasmos. Poco a poco de fue desinflando hasta quedar totalmente floja.

 

Se tumbó boca arriba agotado. Me senté a su lado y contemplé aquella polla exhausta y totalmente fláccida. Jugué con ella entre mis manos y pase mi lengua por el glande notando como vibraba por la sensibilidad….se fue poniendo dura poco a poco y me invitaba a masturbarle…”¿Te gusta  que te hagan una paja?” pregunté …..asintió con la cabeza. Mis dedos fueron frotando el miembro despacio y se puso cada vez más dura. Agarrando sus testículos y acariciándolos  seguí frotando su polla……vi como sus gestos de placer eran cada vez más intensos, pero quería comprobar como eyaculaba. De pronto la erección fue máxima y sus testículos se pusieron duros…… un grito de placer provocado por el orgasmo y lo sensible de su polla después de tanto eyacular…. Gemidos y un chorro menos intenso de semen que me salpicó la cara. Seguí frotando con menos intensidad y salió el resto de semen…… su polla seguía erecta hasta que poco a poco se puso fláccida de nuevo.

 

Así terminó aquella aventura. No sé si repetiré con él …pero de lo que estoy segura es de haber sido bien follada y de haberme follado a un tío con una enorme polla…..

 

Hacía tiempo que no me follaban así… a tope y sin regatearme ningún orgasmo.

 

Cuando se lo cuente a mi amiga seguro que alucinará…no querrá perder detalle del relato.

 Ahora expongo la versión de él, un tipo con la autoestima demasiado elevada y que tiene una polla por cerebro (de esos hay unos cuantos). Esta vez la autoría es mía….. y espero que guste a mi amiga virtual.

 Sabía que acudiría a la cita. Todavía me cuesta creer en la casualidad de nuestro encuentro en el Messenger, pero sus ojos no daban crédito a lo que observó en la webcam: mi polla  fláccida creciendo paulatinamente y sin parar. Provoqué sus instintos y deseos, incité sus ganas de comerse la polla entera…toda para ella.  De vez en cuando hay tías que no se resisten y desean verla al natural, tocarla y manipular entre sus manos mi enorme miembro. Nos citamos en un hotel. Llegué primero a la habitación y me desnudé. Quería jugar con el factor sorpresa, mostrar toda mi excitación y dejar que actuase pos instinto animal…ese que las mujeres manejan mejor que nosotros cuando quieren sexo furtivo y clandestino. Dejé la puerta abierta. Sentí pasos en el pasillo acercándose. De pronto silencio…la puerta se abrió del todo, dejando ver la imagen de una mujer joven, de unos treinta y copos años… el rostro idéntico al que recordaba haber visto en la webcam. Miró mi cuerpo y sus ojos bajaron hasta mi polla erecta. Sonrió y sus ojos me miraron directamente. Entró en la habitación cerrando la puerta tras de sí. Me acerqué sin dejarle decir nada y besé su boca intensamente. Soltó el bolso y sus manos no sabían como abrazarme, qué hacer…estaba desconcertada por mi reacción. Apenas podía respirar mientras comía su boca y metía mi lengua dentro, jugando con la suya. Disfruté viendo como se excitaba. Pensé que hacia tiempo no disfrutaba de un beso así, se notaba por su cara de sorpresa. Me gusta poner a las tías en situaciones límite, que broten sus instintos más animales, esos que reprimen en sus casas con sus santos esposos. Necesitan tíos como yo, liberados y sin conciencia del pecado, que les facilite el placer que buscan y no encuentran en sus aburridos matrimonios. Me joden los imbéciles que insultan por la red llamándome vicioso y cerdo mostrador de mi propia polla. Ella es capaz de hacer gozar a todas aquellas tías que, salidas y reprimidas, no se atreven a comerse las pequeñeces de pichas insulsas de sus maridos y novios impotentes….esos que se corren antes de follárselas como debe ser. Todas las que he conocido les entusiasma sentirse folladas una y otra vez, corriéndose repetidamente y quedar agotadas. Eso se consigue con pollas en condiciones…como la mía. Recuerdo aquella vecina que se pasaba las horas viéndome trajinar por la casa totalmente desnudo. Desde su ventana divisaba mi baño y parte del salón. Un día bajo con la excusa de que una prenda de vestir cayó sobre mi tendedero. Al abrir la puerta y ver mi estado de desnudez ni se inmutó. Le invité a pasar para entregarle la prenda reclamada y en plena conversación mi polla se puso tiesa. La vecina, una mujer de unos 50 y tantos años me dijo…”de buena gana me comería esa polla”…. y se la comió, tragándose todo el semen eyaculado mientras se masturbaba con una de sus manos. Su marido era impotente, según me contó y deseaba una experiencia sin compromiso; ser follada sin que su marido supiese ni sospechase nada en absoluto. Dos días después le indiqué por la ventana que bajase de nuevo. La desnudé, se dio una buena ducha y adoptando la postura de los perros me la follé repetidamente. No era atractiva y sus pechos colgaban flojos después de cuatro partos, pero su culo me excitaba. Duro y hermoso invitaba a tomarla por detrás. La buena mujer disfrutó como una enana. Así estuvimos durante tres meses, aunque más veces se comía mi polla y sólo de vez en cuando la follé en la misma postura. Se mudaron de casa y decidimos dejar aquellos encuentros furtivos.  No cuesta tanto hacer feliz a una mujer. Me gusta. Retomando la historia, se arrodilló y agarrándola la metió en su boca despacio, como saboreando el volumen, el tamaño….la chupó con ansia y agarró mis testículos chupándolos. Mi placer era enorme…esa tía sabía hacer las cosas. Chupó y lamió hasta que me corrí a tope y el semen mojaba sus labios y su cara. No le hizo asco a nada y no dejaba de mirarme, observando mi expresión de placer. La desnudé acariciando sus formas. Era atractiva y me gustaban sus pechos que mordí, sus pezones duros, sus ojos penetrantes, sus muslos, su culo, su coño cuyo vello excitaba. Me tumbó sobre la cama comprobando como mi polla se recuperaba. Acarició y beso mi cuerpo, mordió mi pecho y me montó restregando sus piernas entre mi sexo y mis muslos. Una vez que la polla estuvo a su antojo la apuntó hacia su vagina la introdujo de golpe. Sentí  su calor interior….una vagina hospitalaria que aguantó toda la longitud de la polla dura. Cabalgó como una posesa corriéndose y gritando sin parar. Estuve a punto de reventar…. Intentaba aguantar para corrernos juntos, sabía como se correría. Agarré sus pechos duros y hermosos;  eso le producía más excitación. Fueron unos orgasmos salvajes. Quedamos semi agotados, tumbados juntos en la cama. Me  gustó ser cabalgado por una hembra así, una mujer cachonda, de las que me gustan, de las que saben follar y tomar lo que quieren. Deseaba reponerme enseguida, excitarme otra vez con su cuerpo. Acaricié su sexo y con la lengua jugué con su clítoris que enseguida se endureció…. Sus labios estaban húmedos y mi lengua penetró en su vagina. Sentí como se retorcía de gusto. Ella jugaba con mi polla entre sus labios. Volteé su cuerpo, levanté su hermoso culo y con mi polla recuperada penetré su vagina con fuerza. Ella gritó de placer y la follé sin parar. Sentía sus orgasmos pidiendo que no parase. Me corrí intensamente mientras ella sujetaba mi polla y con sus contracciones evitaba que perdiese erección. Era demasiado fuerte….volví a correrme….esa mujer parecía incansable. Tumbada y sin dejarme sacar la polla de su sexo, con mis testículos pillados, noté como tenía pequeños orgasmos. Perdí la fuerza y la polla se aflojó del todo. Pensé que se daría por satisfecha….pero no. Todavía tuvo ganas de hacerme una paja…. Y lo consiguió. Con su boca y sus manos puso mi dolorida y sensibilizada polla nuevamente dura….lo suficiente para que, con sus expertas manos, lograse ver como una última eyaculación salía y salpicaba un poco su cara. Mi polla estaba dolorida a tope…. Demasiado trote con una sola tía. Pero quedó satisfecha y bien follada.  No sé mucho de ella….no sé nada, pero me  gustaría volver a follar con ella. Sabe valorar una buena polla y es una experta en comerse y disfrutar de un plátano en condiciones. Seguiré investigando por la red. Creo que  hay muchas tías capaces de valorar una polla como la mía.

Cris era más realista

Cris era más realista

Sabía que Clara estaba enamorada de ella. Notaba sus miradas contantes, sus sonrisas y su forma de hablar, de compartir.

Aquella tarde sucedería lo inevitable y estaba dispuesta a llegar hasta el final. Clara estaba sentada y no dudó en acomodarse sobre sus rodilla, dajarle hacer y mostrarse en principio pasiva. Deseaba sentir y hacer sentir. Su amiga acaricio su cuellos y su cara, beso sus mejillas, sus ojos y posó sus labios en los suyos. Cris dejó su pasividad y tomó la iniciativa..... la besó intensamente metiendo la lengua en la boca de Clara, retorciendo sus labios y escuchando los gemidos de su amorosa amiga, mientras sus manos recorrian su cuerpo. Lavantó la camiseta de Clara y desabrochó el sujetador dejando al descubierto sus pechos juveniles y tersos con los pezones excitados, dispuestos a ser lamidos, besados, succionados y mordidos. Notaba los orgasmos de Clara y eso le excitaba más. Deseaba gozar con su cuerpo y sabía que ella no pondría reparos, estaba rendida por el placer y no opondría resistencia a nada de lo que le hiciese.

Su amistad en el instituto comenzó desde el principio. Tenían gustos muy parecidos pero personalidades distintas. Cris salía con un chico y follaba de vez en cuando, pero no encontraba el placer que esperaba ni él sabía satisfacerla como ella deseaba. Se resistía a masturbarla y lamer su clítoris. Ella no disfrutaba con los embites del inexperto amante. Notaba que la cercanía de Clara y de las otras chicas le excitaba sobremanera. Intuía su lesbianismo pero no podía mostrarse tal como sentía. En sus salidas con Clara hablaron de sus sentimientos y descubrió que su amiga era sensible a su compañía, que se mostraba cariñosa y no ponía repara a ir de la mano juntas por esas calles desiertas. Incluso en el cine Clara mostraba deseos de agarrar su mano y juntar sus cabezas. Sus miradas eran de una complicidad inmensa. Pero Cris era consciente de que aquello no tenía mucho futuro. çella no estaba enamorada de Clara..... sentía deseo y pasión hacia ella, pero no amor. Sabía que después de Clara habría otras muchas chicas y quizás mujeres mayores que ella..... deseaba amar a cuerpos de mujer, gozar de ellos y no comprometerse con nadie. Su propia frialdad le asustaba.

Incorporándose Cris de desvistió por completo, despacio y atenta a las miradas de Clara que acariciaba su sexo bajo el pantalón. Notaba su excitación en aumento. Las miradas de Clara recorrían su cuerpo. Después hizo ponerse a su amiga de pie y la fue desnudando despacio, acariciando su torso, sus piernas, su precioso culo, su espalda, metiendo la mano entre los muslos y agarrando su sexo fuertemente. Clara se dejaba hacer jadeando de placer. La tumbó y abriendo sus piernas metio la boca en el sexo de la muchacha. Con la lengua lamió su clítoris tieso y duro, frotando con sus labios y metiendo la lengua en la vagina húmeda de Clara mientras sentía como su cuerpo se retorcía de placer. Quería follarla. Acopló el cinturón del consolador a su cintura y levantando la piernas de su compañera la penetró observando el gesto de dolor y el gemido de Clara al ser desvirgada de golpe. Juntó su cuerpo al de Clara y la cabalgó frotando ambos clítoris mientras el consolador penetraba incesantemente una y otra vez. Clara gritaba de placer y Cris apagaba sus gritos mordiendo sus labios y metiendo la lengua en la boca de su amiga.

Los orgasmos se sucedieron hasta caer rendidas y mojadas de placer. Clara apoyo su cabeza en los pechos de su amiga acariciándolos, mientras lloraba silenciosamente. Nunca pensó experimentar tanto placer y ser amada de esa forma. Nunca antes había sido amada por nadie. Cris descansaba del esfuerzo, pensando repetir de nuevo esos momentos de intenso placer. Le gustaba follarse a su amiga conocedora de que lo haría siempre que quisiera. Pero temía el momento de la despedida. No volvería a tomarla más entre sus brazos. Era preferible que sufriese ahora que, quizás, dentro de un par de años o más.....

Clara pensó morir de amor al oir aquellas palabras...... "Mejor lo dejamos Clara.... no te amo y sufrirías mucho por mi culpa"

Dos meses después Cris abandonó el instituto desapareciendo de la vida de Clara.

Este relato consta de dos partes.
El texto que habeis podido leer es la parte que corresponde a Cris.
La correspondiente a Clara, "Pastelarium" está escrita por MDM y podeis leerla en su blog
"Con el paso cambiao"

 

 

LA TARDE

LA TARDE Recuerdo el comienzo de aquella tarde. Habíamos comprado una botella de champán en un supermercado…creo que en el centro de la ciudad. Regresamos al hotel y dejamos la botella en el minibar…. entraba justa. Volvimos a salir, me apetecía pasear y disfrutar de tu conversación, de tus besos, de tu risa.

De vuelta al hotel me preguntaste: -“¿Estás excitado?”- agarrándome el sexo con tus dos manos. Aquello provocó una erección muy fuerte. Bajaste mis pantalones y te hizo gracia que no llevase ropa interior. Ante tus ojos y tu boca tenías mi polla erecta apuntando a tus labios. La acariciaste observando sus formas con detenimiento, recreando tu mirada, jugando con el escroto, masajeando mis testículos y provocando que la erección fuese extrema. Me dolía un poco la polla hinchada….al borde de la eyaculación…..lo sabías, disfrutabas poniéndome al límite. Descubriste tus pechos; restregaste el falo entre ellos. Tienes unos pechos pequeños, duros, tersos con un  pezón que se adivina siempre entre la ropa. –“¡No aguanto más…necesito correrme!!”- Sonriendo llevaste mi polla a tu boca…….. pasaste la lengua…… metiste el miembro entre tus labios……. jugaste con ella dentro de la boca….el placer era intenso….lance suspiros, gemidos mientras tu seguías jugando con ella y el clímax llegó....de golpe, con una fuerte eyaculación…….dejaste correr el semen por tu  cara. Tu lengua remataba mi orgasmo lamiendo el escroto. Me llevaste al baño. Lavaste mi sexo con suavidad provocando de nuevo la excitación.
Por fin nuestro deseo se hizo realidad: un buen baño de sales acompañado de unas copas de champán. Excitados nos metimos en la bañera. Era espaciosa y nos podíamos mover bien. Cuando nos dimos cuenta estábamos a merced de los vapores del baño y del champán….hablábamos y nos acariciamos sin parar…. Recuerdo tus tres orgasmos casi seguidos, provocados por mis dedos en tu sexo. Querías volver a chupar mi polla. Entre risas te convencí para follar….me apetecía follarte. Salimos de la bañera. Secamos nuestros cuerpos a duras penas…. No soltabas mi polla dura; en  la cama levanté tus piernas sobre mis hombros, viendo tu sonrosada vagina abierta y húmeda…… tu mano llevo la polla a la entrada. Te penetré fuerte y gemiste de placer. Follamos intensamente, sin parar. Me alucinaban tus orgasmos tan seguidos y me pareció llegar al paraíso cuando al correrme tú también lo hiciste, al unísono, revolcándonos por el lecho, lanzando gemidos de placer animal, besando y mordiendo nuestras bocas.
De vuelta a Madrid la tristeza nos invadía. Lloraste durante un buen rato del trayecto; sabíamos que aquello no tenía mucho futuro. Pero seguimos citándonos…. hasta que la aventura terminó.

Sueños perreros

Sueños perreros

Me encantan las mujeres sueltas, con sus pechos moviéndose al andar, sin sujetador que oprima el movimiento insinuante y gracil de los senos pequeños.

Me encantan esas adolescentes al borde de los dieciocho, con sus pantalones ceñidos marcando un tentador trasero, sabedoras de que las miras, cómplices del cruce de miradas, calientes por dentro, hipocresía desbordante por fuera.

Me encantan esas jóvenes madres, empujando el carricoche de sus pequeños vástagos, dando rienda suelta a la imaginación y soñando mil perrerías por hacer con ellas.

Me encantan las dependientas de los almacenes, solícitas, atentas, preciosas, excitantes.....me ponen tan cachondo cuando se agachan a buscar lo solicitado por mí......mostrando sus encantos entre la blusa y el sujetador.

Me encantan los recuerdos de adolescencia....las hermanas de mis amigos, siempre a mano y siempre distantes; tan cercanas e intocables; tan mironas y salidas; tan provocadoras y sólo servían como pajilleras: simples calientapollas.....era la época.

Me encantan las lujuriosas de internet.....sin tapujos, dando rienda suelta a su vocabulario e imaginación...siendo ellas mismas, excitantes, transgresoras, calenturientas....todo lujuria virtual.

Me encantan las marujas en el mercado mirando a los pocos hombres capaces de comprar; debe ser toda una gozada poder ligar en un mercado.....compartir el peso de la compra... terminar en una habitación.... desnudo rápido, polvo al vuelo, mamada de urgencia, clítoris lamido.....orgasmo delirante....ducha compartida..... y se terminó la compra (quedamos para el próximo martes???).

Me encantan las sacerdotisas paganas, su gracia en las ceremonias, sus túnicas transparentes, su desnudo juvenil, su iniciación sexual, su mimo al falo, su orgasmo sagrado (y el mio).

LA MONJA Y EL DIABLO

LA MONJA Y EL DIABLO

Desnuda en su celda la hermana Virtudes ansiaba salir de su encierro. La noche se hacía larga... muy larga. Acariciaba su clítoris pensando en las próximas horas; cuando amaneciese debería acudir a la solicitud del confesor, preparar las ropas adecuadas para la misa y ayudar al joven sacerdote......que tanta excitación le producía. No descartaba contarle todo en confesión; su amiga dentro del convento, la novicia Lucía, le contó haber observado al confesor masturbarse en la sacristía después de escuchar su confesión. En la misma le relató sus sueños lascivos....cómo imaginaba ser poseída por la estatuilla del diablo que en el convento estaba...... cómo sin ser vista pasaba su lengua sobre el falo de aquel Satán de bronce......

Sor Virtudes no descartaba seguir los pasos de la novicia....incluso buscaría la ocasión para observar al confesor....... La vida en aquel encierro era tan rutinaria.... tan aburrida por las noches, que la mente se recreaba en sus propias caricias, en imágenes poseídas...... en sexo insatisfecho.

POSTURA LÍMITE

POSTURA  LÍMITE

Sin saber el cómo ni el por qué ...........LA URGENCIA ES ACUCIANTE!!!!!!

E L A R Q U E R O

E L     A R Q U E R O

Quedaron citados en el lugar de la competición.

Como siempre él se presentó con su arco de competición perfectamente armado y dispuesto a participar en el torneo. Quedó finalista. Salieron del lugar encaminándose hacia el coche. Él no hablaba de otra cosa que no fuera del tiro con arco....su conversación era machacona y constante, repasando toda la historia del arco y su importancia en el desarrollo de la caza, la guerra, el deporte.......

La muchacha estaba aburrida de la conversación. Sólo les unía la práctica del sexo....para ella él era un fenómeno sexual alucinante....una especie de semental incansable, capaz de saciar su lujurioso apetito. Por eso le soportaba. Durante el sexo él permanecía en silencio, no hablaba en absoluto..... ni siquiera del tiro con arco.

Al llegar al piso del arquero la muchacha tuvo una visión ........ imaginándose penetrada mediante el uso del arco..... como si él desmontase su miembro viril, tensando la cuerda del arco y ....disparando con certera puntería hacia la entrada de su vagina expectante y jugosa. Un pene tenso y duro entró suave y rápidamente entre sus labios vaginales..... pero la visión del arquero desarmado le producía risa..... mientras jugaba con el pene dentro mediante contracciones....hasta alcanzar su climax.

El arquero, de pie, sin pene y con el arco en la mano, contemplaba toda la escena con la satisfacción de su buena puntería. Una nueva experiencia para sus cansinas conversaciones.

 

La calle transitada

La calle transitada

La calle era un muestrario de cuerpos femeninos, muchachas y mujeres andando, paseando, charlando sin prisas, otras aceleradas por la urgencia de sus quehaceres cotidianos. Chicas de instituto de regreso a sus casas en pandillas y pequeños grupos. El simple acto de observar nos vuelve selectivos. Sólo nos interesan aquellos cuerpos y rostros que nos dicen algo, aquellos que nuestra química intuye como idóneos para la intimidad.

Entre aquel mujerío destacaba una de unos cuarenta años, atractiva y mirándome fijamente. Di la vuelta y la seguí observando que, de vez en cuando, giraba para ver si seguía sus pasos. Se paró ante el primer portal de una calle lateral. Me miró sonriendo y me invitó a entrar.  Mientras subimos la escalera observé su cuerpo, su trasero marcado por los pantalones ceñidos. En el primer piso abrió la puerta de su casa y una vez dentro soltó el bolso, me miró y acercándose me abrazó. Ante mi sorpresa comenzó a desnudarse y me pidió que la masturbara. No me hice de rogar y manipulé su sexo, acaricié su clítoris. Se tumbó sobre la alfombra y me dejó hacer mientras desabrochaba mi pantalón.

La escena semajaba aquellas urgencias de sexo, de no poder esperar, del orgasmo urgente. Se incorporó y sus labios lamieron mis testículos mientras sus manos frotaban mi pene. Ella se corrió al poco tiempo y siguió manipulando mi miembro. Finalmente lo introdujo en su boca y me corrí.

Me pidió que salira enseguida, sus hijos estaban a punto de llegar: "Olvida lo ocurrido, no volveremos a vernos más", dijo.

Salí de la casa sin reponerme de la sorpresa. Me incorporé al gentío que transitaba la calle observando nuevamente a las féminas y seleccionando aquellas que la química aconseja como buenas amantes.